Luis Zuñiga
martes, 18 de junio de 2013
LA XILOGRAFÍA
El artista xilógrafo va rebajando lo
que no puede imprimir de estas tablas podía sacarse después un número mayor o
menor de impresiones.
Dos modos para trabajar en madera, a
fibra y en dirección longitudinal y a contra fibra o en dirección transversal la madera ideal es
el boj, fue descubierta en china.
La impresión más antigua fue del año
86 A.C
El sistema para la reproducción de
imágenes fue en occidente, alcanzo más difusión por la baratura de los materiales.
La plancha de impresión más antigua
fue hecha para telas. Las impresiones xilográficas en gran cantidad fueron para
imágenes de santos naipes, calendarios, y hojas sueltas.
La xilografía precursora de la
imprenta ambas basadas en los mismos principios
LA IMPRENTA
No se tiene clara la fecha pero se dice que Johannes Gutenberg nació en Maguncia, Alemania hace 1400 años atrás trabajaba con metales (orfebre).
Instalo una empresa de grabado en
madera, que sería el punto de partida para el desarrollo del futuro de su
legado, Gutenberg en 1438 se asoció con Andreas Dritzehn para ayudarle a
desarrollar su imprenta.
Luego de 10 años se instaló en Maimz
y continúo sus obras, se asoció con el comerciante alemán Johann Fust quien le
prestó 800 florines, el préstamo sustentaba el salario de los ayudantes y del
mismo Gutenberg.
Se imprimió la gran biblia sacra
latina, así como libros más pequeños, la biblia de Gutenberg quedo terminada
antes de finales de 1455.
2 años después Fust le volvió a
prestar la misma cantidad de dinero a Gutenberg para la terminación del
proyecto.
Pero al libro le faltaba decoración
a mano y el empaste de los libros, Fust molesto finalmente decide ir a los
tribunales exigiendo que le devolviera inmediatamente el dinero, Gutenberg se
vio forzado y le entrego la empresa como pago a Fust.
Después de su ruptura Gutenberg
siguió imprimiendo, en el año 1465 Adolfo II hiso un reconocimiento a sus
inventos, los libros que se copiaban a mano con tinta aplicada con pluma pincel
constituía a civilizaciones egipcias, griega y romana. Estos manuscritos
también se realizaban también en monasterio y tenían un gran valor. En el siglo
II los chinos desarrollaron el arte de imprimir texto, dibujos eh imágenes
sobre tejidos.
La imprenta se desarrolló gracias a
la invención del papel y de la religión budista, los materiales escritos más
comunes como el papiro y el pergamino, no eran apropiados para imprimir. Un
invento chino de esta época paso de los bloques de madera, a impresión de tipo
móvil, es decir caracteres sueltos dispuestos en filas, esta técnica no se
consideró muy útil ya que el idioma chino exige en los 2000 y 4000 caracteres
diferentes. Hasta el siglo XVIIII crearon algunas tipografías y se perfecciono
el oficio de la imprenta, en 1800 los avances de impresión hicieron hincapié
para aumentar la velocidad.
El 3°conde Stanhope introdujo la
primera imprenta construida en acero en 103 los hermanos Henray y Sealy
instalaron en Londres la primera máquina de hacer papel y en 1814 Friedrik
invento la prensa a vapor revolucionando toda la industria de impresión.
En 1886 los equipos más actualizados
permitieron reducir el tiempo necesario para producir un libro, por último la
fotografía ha venido a contribuir los nuevos procesos de fotomecánico, los
avances en la tecnología de plancha en los años 50 y 60 junto con la
fotocomposición pusieron fin a los 500 años de la tipografía como principal
proceso de impresión.
Los ordenadores de computadora que
se utilizó hoy en oficinas y casas, puede producir imágenes lista para
impresión reduciendo el tiempo y los costos de los principales procesos de
imprenta.
LA IMPRENTA A VAPOR
Frederick Koenig, nació en 1744, en Leipzig (Alemania). El, como Gutenberg, estaba obsesionado con la imprenta. Quería encontrar un sistema que permitiera imprimir con más rapidez y menos trabajo, pero tampoco tenía dinero y necesitaba un socio capitalista para poder llevar a cabo sus ideas.
La prensa de Koenig era una máquina
de impresión de vapor. La forma permanecía en la platina, esta se movía gracias
a la energía del vapor, hacía la hoja de papel que estaba imprimiendo, y
después se retiraba. Esto significaba que las hojas de papel podían ser
colocadas en su sitio y quitadas sin interrupción.
Dos cilindros movidos por vapor, que
sustituían la plancha superior, presionaban el papel contra los caracteres, y
un rodillo repartía automáticamente la tinta sobre los caracteres, con lo que
se eliminaba el lento y fatigoso proceso de entintar a mano con almohadillas de
cuero.
La máquina sólo necesitaba dos
hombres para funcionar: uno para alimentar el papel en blanco y el otro para
retirar las hojas impresas.
La producción de la nueva prensa de
vapor era impresionante, pero el hecho de tener que alimentarla manualmente,
hoja a hoja, frenaba el proceso. En 1798 se inventó en Francia una máquina que
fabricaba el papel en bobinas en lugar de hojas.
Un 28 de noviembre, pero en 1814, funcionó
por primera vez una imprenta de vapor del mundo y fue para editar de Londres.
La primera la había inventado el
alemán Frederick Koenig, pero Willian Nicholson había desarrollado el entintado
rotativo.
Hasta la aparición de estos
inventos, las únicas máquinas existentes eran accionadas por el viento, el agua
y los músculos de hombres y animales.
LA PRIMERA IMPRENTA EN EL ECUADOR
La primera que funcionó en los
territorios del Ecuador actual, antigua Presidencia de Quito, fue traída por el
sacerdote jesuita José María Maugeri aproximadamente por el año 1755, y fue
instalada en la ciudad de Ambato con el nombre de “Imprenta de la Compañía de
Jesús”. Dicha imprenta estuvo a cargo del tipógrafo alemán Juan Adán Shwartz.
Cuatro años más tardel, el padre Maugeri
–que tanto bien la estaba haciendo a Ambato con sus publicaciones- fue
trasladado a Quito, debiendo llevar con él la imprenta que fue instalada en el
local del Seminario de San Luis.
Esta fue la única imprenta que
existió en la Audiencia de Quito durante más de veinticinco años, y en ella el
Dr. Eugenio Espejo imprimió las primeras publicaciones de “Primicias de la
Cultura de Quito”.
Esta imprenta permaneció en Quito
hasta fines de 1827 en que fue adquirida por el Crnel. Ignacio Torres, segundo
Intendente de Cuenca, quien la puso a disposición de fray Vicente Solano. En
ella se imprimió la primera publicación de “El Eco del Azuay”, que apareció el
13 de enero de 1828.
La introducción de la imprenta en
Guayaquil se debe principalmente al patriotismo del prócer de la independencia
Sr. Francisco C. María Roca, quien creía con sobrada razón que uno de los
medios más eficaces de afianzar la independencia recién lograda era la prensa,
por medio de la cual el pueblo podría reclamar cuando sus derechos fuesen
conculcados y exigir a sus mandatarios la rectificación de sus errores. Por
otra parte, los patriotas y dirigentes de la Revolución del 9 de Octubre de
1820 habían expresado la necesidad de contar con una imprenta a través de la
cual se pudieran difundir las buenas o malas noticias relacionadas con la
campaña independentista.
A finales de abril de 1821 llegaron
los cajones que contenían la impresora y los tipos; fue ese un día de gran
alegría para Guayaquil. Inmediatamente la imprenta fue instalada en los bajos
de la antigua Casa Consistorial (donde actualmente queda el edificio de la
Gobernación de Guayaquil), encargándosele su montaje, arreglos y funcionamiento
al joven tipógrafo guayaquileño Manuel Ignacio Murillo, que entonces contaba
con tan solo 19 años de edad.
La máquina en mención era de porte
pequeño, pertenecía a las llamadas “de palanca”, modelo ya en ese entonces
bastante obsoleto, y presentaba algunos daños y deficiencias, por lo que el
joven Murillo, para poder realizar las impresiones correctamente, debió
repararla y elaborar y fundir algunos tipos que escaseaban, sobre todo en sus
letras mayúsculas.
Al comprobarse que la imprenta no
estaba en buen estado, se llegó a un acuerdo con el representante del vendedor
y se acordó un nuevo precio de 5.500 pesos, que fueron cubiertos en parte por
el propio Roca, y el resto por designaciones hechas por el Gobierno de la
ciudad.
La primera publicación levantada en
la “Imprenta Guayaquil” salió a la luz el 21 de mayo de 1821, y consistió en
una hoja titulada “El Prospecto”, en la que se anunciaba la próxima aparición
del primer periódico porteño, al que se llamaría “El Patriota de Guayaquil”,
cuya primera edición apareció circuló cinco días después, y que circuló de
manera ininterrumpida hasta el año 1826.
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